VIEJA: Aunque debía haber Dios, aunque fuera pequeñito, para que mandara rayos contra los hombres de simiente podrida que encharcan la alegría de los campos.
Federico García Lorca: Yerma. Acto I.
La ineludible aventura que aguarda a Nora al otro lado de su casa de muñecas, todo lo que va aprendiendo para educarse y rescatarse a sí misma, con ayuda de la literatura, el cine, las artes y las revelaciones secretas de etimologías enterradas.