viernes, 23 de mayo de 2008

La cordura del loco


Vincent Van Gogh
Autorretrato dedicado a Gauguin
Óleo sobre lienzo 60.5 x 49.4 cm
Fogg Art Museum, Harvard University, Cambridge, MA



El impulso que llevó a Van Gogh a cortarse parte de la oreja la noche del 23 de diciembre de 1888 marcó también la precipitada huida de Gauguin, que se encontraba en Arlés con él desde finales de octubre. En los duros días de su recuperación, Van Gogh seguía pensando en Gauguin y se preguntaba con dosis parejas de lucidez y perplejidad: «Supongamos que yo estaba todo lo perturbado que dicen, ¿por qué entonces no se ocupó mejor de mí?»*.

Las palabras de Van Gogh están tomadas de
Locos egregios
, de Juan Antonio Vallejo-Nágera
(Barcelona: Argos Vergara, 1980, p. 213).