sábado, 30 de agosto de 2008

Desapego (del yo)

[...] Y, a modo de conclusión, sin duda inspirado por el vino de melocotón, Zhuang Zi improvisó estos versos:

A aquel que no está ya apegado a sí mismo,
las formas y los seres se le manifiestan.
En sus movimientos es como el agua,
inaprensible.
En el descanso es como un eco, un espejo.

«Vaciar su barca»
Cuentos de los sabios taoístas.
Ed. Pascal Fauliot.
Paidós, Barcelona, p. 220.